lunes, 8 de enero de 2007

EFECTOS SECUNDARIOS

Con la ironía como recurso de resistencia al oprobio, Jacobo Silva Nogales escribió en el Penal de Alta Seguridad donde comparte incomunicaciones conNacho del Valle y Felipe Alvarez, un elocuente y bello poema de nombre"Efectos secundarios" como su doble visión resultante de las golpizas policíacas. No se sabe qué es peor, si la acción primaria o las secundarias,aunque lo cierto es que una acumulación de velos oculta la vergüenza, la rabia, los traumas profundos, las cicatrices visibles y ocultas, la crueldad padecida,el despojo, la anulación personalizada con los maltratos aprendidos de losasesores yanquis, israelíes, kaibiles de Guatemala, españoles y franceses. Soncomo los daños colaterales de las guerras imperiales con sus proyectilescargados de radioactividad, la destrucción de centrales eléctricas y acuáticas,hospitales, escuelas, puentes y todo aquello que hace la vida llevadera. Lasfotos y películas de ciudades arrasadas, cadáveres, golpizas inclementes yancianos, niñas y mujeres masacradas, son huellas de lo que César Vallejo llama"golpes como del odio de dios". La formación social en constante deconstrucción, procesa a su manera elterrorismo de estado. Las televisoras fracasan en su intento desinformador yrepiten las pruebas filmadas de la crueldad policíaca, a la par de lasentrevistas con los criminales al mano en alto contraste: el gorila WilfridoRobledo, sonriente veterano de la ocupación militar de Ciudad Universitaria en2001 y del petimetre Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México. A lacatarsis contribuyen editorialistas y reporteros indignados, las marchas ymítines con sus consignas gritadas desde el fondo de la impotencia rabiosaderivada en discursos incendiarios y planes de acción para las siguientessemanas, de modo que nadie olvide ni perdone la agonía de Alexis Benhumea, elasesinado de Jorge Cortés, los presos, las violaciones tumultuarias de lasmujeres, las expulsiones de las compañeras españolas, chilenas y alemanas, ladestrucción de casas, la hospitalización de los encadenados, la del ancianoparapléjico sacado a rastras de su casa como tantos otros inocentes. Lamultitud procesa el duelo, lo digiere a base de repetirlo e intercambiarlo ysueña planes de acción civiles y pacíficos en todo el mundo. Pero el cuerpo represivo se afirma como tal. Las claves oficiales soninterpretadas por los mandos para que nade con escudo, tolete, botas de puntametálica, arma reglamentaria y droga a discreción, sufra o se arrepienta.Estuvo bien, felicidades, bien por enseñar a los putitos y las putitas de quelado masca la iguana. El espíritu de cuerpo se fortalece, se gratifica, seautocomplace, se consolida listo para la próxima con los pinches mineros o conquien sea. No hay tos, ni más efectos secundarios que las pedradas recibidasque si dejan marca, será condecoración del deber cumplido. No falta algunagratificación monetaria o con vales de despensa como prueba de justiciamercantil: los ricos defendidos saben corresponder, como cuando los breves díasde Miguel Nazar en el Penal de Topochico de Monterrey, fueron rociados con losmejores vinos y acompañaron las exquisitas comidas enviadas por poderososempresarios que tampoco olvidan. Del lado de las víctimas, reponerse es costoso. Cada mueble, cada platoroto, cada mancha oscura en la calle y en la plaza, los vidrios reventados, lainminente madrugada, resultan principio incontrolable de malestar profundo. Elterror profundizado obliga a buscar compañía no siempre dispuesta, a noregresar a casa, a portarse como perseguido, a no responder al teléfono quepregunta por compañeras con órdenes de aprehensión, a borrar las más evidenteshuellas incriminatorias; ¡los machetes!, ¡las fotos! y hasta las botas, lossombreros y los paliacates. La vergüenza crece en algunos con una culpa irracional: yo libre y el niñomuerto y Nacho y La Finini en Almoloya. La depresión no se va con las marchas yapenas los que declaran ante la prensa y las cámaras, sustituyen la vergüenzade estar ilesos con la afirmación del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierrapese a todo. Pero la lesión que no se ve es profunda y no hay psicólogos sinoespanto y los remedios caseros: el te de toronjil y su rociado sorpresivocuando el afectado se descuide, lo cual es difícil cuando la alerta roja selleva adentro y peor si hay familiares presos o perseguidos. Quizá para siempre, ¡que horror! Las secuelas físicas son terribles. Es como eso que los médicos en su jerga críptica, llaman periodo postoperatorio para ocultar que luego de la extirpación siguen terapias y más terapias con secuelas de todos los sistemas descompuestos, menos el económico-político. Entonces uno se siente chinche porpequeño y apestado. Procura ocultarse y no pedir ayuda cuando la cicatriz nova bien y además se desató la diabetes por el susto y la úlcera y lataquicardia. Y si encima, hay que atender los tramites penales, la vida se complica y descompone de tal manera, que obliga a buscar el apoyo solidario usualmente reducido a la marcha, la asamblea y el siguiente plan de acción demás marchas y más asambleas.

Sólo a los abogados democráticos, renovados por lo visto, se les ocurreorganizarse para la defensa que va para largo. En el Cono Sur y Brasil, no sólolas Madres de la Plaza de Mayo iniciaron por cuenta propia el tratamientopsicológico de los torturados, sino que creció un movimiento de profesionalesque se especializaron y han dado lugar a centros de tratamiento de perseguidos,maltratados y violadas. Es una vergüenza que en México no haya algo semejante.Igual ocurre con la documentación de todo lo sufrido, concentrado en unascuantas organizaciones de defensa de los derechos humanos. Quizá los centros deinformación propuestos en la asamblea del sábado 13 en el Che Guevara,alberguen a un grupo de valientes dispuestos al trabajo gris, constante ynecesario para darle dimensión histórica a la información. Esto es necesariofrente al orden enemigo que construye cuidadosamente su propia memoria deguerras, asaltos y operaciones de contrainsurgencia.

Hace unos meses, la Liga de Cineclubes Universitarios Bertolt Brecht,promovió la realización de un video con FPDT. Se llama Hincando el diente.en larealidad y sirvió de adherente a la tesis profesional de Odette Santos queapunto estuvo de ser reprobada por odontólogas ofendidas por la repulsa delmercantilismo testimoniada por campesinas y campesinos que jamás ha recibidoatención dental. Ahora es cuando realizar el centro de atención solidaria deAtenco con tareas dialécticas: la de los universitarios dispuestos a daratención psicológica, médica y terapeuta y la que disponga el FPDT parasolicitantes. Es esta la manera de enfrentar la puerca maniobra priísta deformar una Asociación de Atenquenses por la Paz con todo el apoyo de salud(restringida) y demagogia adecuada, tal como se ha intentado hacer en otrospuntos de oposición al estado.

Esta es la hora del trabajo para el largo plazo de construcción del sujetohistórico y social necesario para oponerse en definitiva al capitalismo. Todala imaginación y el ingenio urgen para ir más allá de consignas como "eltira consiente se da un tiro en la frente". Se vale soñar, dice Lenincomo oposición a los militantes rígidos, pero siempre y cuando se haga todo loposible y más por que los sueños se realicen.

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