lunes, 8 de enero de 2007

CUBA EN LA MEMORIA

Ochenta millones de dólares han sido otorgados por el Departamento de Estadoyanqui a lo que llama restitución de la democracia en Cuba. A la par, por radioy televisión malnombradas José Martí son transmitidos mensajes contra Fidel yla Revolución Cubana, en ese orden, burlando al derecho internacional. Elplanteamiento estratégico reiterado recientemente por la Rice, es tener listala invasión para el momento en que muera Fidel. Cientos de mercenarios de Miamiaprestan ya sus reclamos por las casas y las empresas que les fueronexpropiadas y los mafiosos organizan la reinstalación de sus negocios ilegalesinterrumpidos por la Revolución.

Hay en esta estrategia el error de sustentar la historia en la vida y obrade hombres egregios. Tal es el caso de Fidel como dirigente que si muere, elpueblo cubano borraría de la historia a su Revolución, creen los ilusoscapitalistas. Ni siquiera en la URSS ocurrió algo semejante con la muerte deStalin. La generación del relevo, con edad de 45 años en promedio, asume ya laresponsabilidad que le toca al haber nacido y crecido con y para la Revoluciónarmados de una firmeza imbatible por los seductores llamados del mercado devalores para arrepentidos y fatigados. Cuba y el día después de Iván de laNuez, es libro emblemático de quienes narran sus heridas subjetivas desdeEuropa donde si pueden hacerla de curadores de exquisitas exposiciones oescribir textos cínicos sobre su condición vital de turistas mentales. Vivir ypensar en Cuba es la respuesta coordinada por Enrique Ubieta para criticar laformación social revolucionaria desde dentro y con todo el derecho de estar enla pelea desde el lugar donde hay que darla. Tras de las dos grandesposiciones frente a Cuba hay dos prácticas opuestas que no sólo influyen a loscubanos.

Turista mental llamó Siqueiros a Diego Rivera en 1932 cuando lo atacó porsus servicios pictóricos a Ford, Rockefeller y el mercado de artenorteamericano. El calificativo, uno entre otros diez semejantes, define aquien pasa por la vida como visitante divertido para registrar las cosas apartir de su individualismo. Tal hacen los turistas mentales con situaciónagravada por la lejanía, en busca de corrupción y desaliento en Cuba paramagnificar los defectos, suprimir las virtudes sociales y culpar de todos losmales a Fidel. Que la salud y la educación pública sean de lo mejor en elmundo, que la conservación del ambiente y del patrimonio histórico tangible yno tangible sean ejemplares, que la corrupción y la criminalidad seancastigadas con estricto apego a la ley y no haya impunidades ni crímenes deestado, ni represiones masivas como en el resto de América, no cuenta. En Cubano hay socialismo, concluyen ante los contratos del Estado Cubano con empresaseuropeas, canadienses y hasta mexicanas. Que el dólar circule como monedacorriente y no haya un mercado interno suficiente para satisfacer lasnecesidades populares, son pruebas contundentes del capitalismo de estado paralos críticos a ultranza. Del socialismo de supervivencia, acosado por elImperio encabezado por Estados Unidos, no se dicen sino acusaciones favorablesa la admisión de su fin histórico, cuando la crítica revolucionaria exige verCuba en América, en el mundo, frente a la hostilidad imperial y en particularla del gobierno de México.

Desde Cuba llega el alerta sobre "el paradigma olvidado" delmarxismo, en un breve y brillante ensayo del joven economista Luis MarceloYera. Se trata de la extinción del estado para hacer del socialismo el tránsitonecesario al comunismo. Sobre esta base, la crítica histórica tendría quedesplazarse de la persona de Fidel a los dominios y las determinaciones delsocialismo en un solo país asediado por el Imperio y sostenido en situacióneconómica precaria por la ambición de consorcios europeos y canadiensesdispuestos a ganar un mercado más.

Recientemente, en las Cien horas con Fidel, Ignacio Ramonet describe eldisgusto de Fidel cuando le ostentan títulos como Presidente del Consejo deEstado y de Ministros y Primer Secretario del Partido. A cambio, prefiere quele digan Fidel a secas. Poco o nada se sabe, en cambio, de la Asamblea delPoder Popular donde todo Cuba está representado para construir una soberaníaauténtica con una representatividad verdadera. La vida cotidiana construida apartir de esta institución desarrollada luego de una discusión de más de un añopromovida por el Partido Comunista con todas las bases sociales entre 1970 y1976, año del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, reorganizado apartir del fracaso de la zafra de los diez millones en 1970, concreta laexigencia de relación dialéctica entre la base social y la dirigenciarevolucionaria como fundamento de un poder socialista. De aquí la inexistenciade retratos oficiales de Fidel en los centros de gobierno y de su escasapresencia en los medios, salvo cuando sale al paso de situaciones críticasarmado con un prestigio que lo hace sujeto de la verdad como ningún otrodirigente político en el mundo. "En este país - dice Fidel- no hay unasola escuela, fábrica, hospital o edificio que lleve mi nombre. Ni hay estatuasni retratos míos". Calla Fidel su presencia necesaria en los forosInternacionales, el miedo de Bush y Fox por su sola presencia, el ambiente defraternidad revolucionaria que su presencia concita y las atinadas cifras quesuele dictar como respuesta a preguntas provocadoras. Es una persistente figurahistórica del socialismo con y sin adjetivos.

El punto no es Fidel sino la Revolución Cubana. Su importancia fue exaltadapor Siqueiros en 1960 durante su gira por La Habana y Caracas para denunciar ladebilidad proyanqui del gobierno de López Mateos acompañada por la brutalrepresión del movimiento ferrocarrilero. La clave dialéctica de este discursode relación entre las revoluciones cubana y mexicana, le costó cuatro años decárcel a partir del monstruoso delito de disolución social y otros seis más conpruebas como la confesión de dos policías que lo vieron en un auto a 100 metrosde un mitin. Siqueiros hace valer en su conferencia publicada en Mi respuesta,la historia de una insidia, ¿quiénes son los traidores de la Patria?, sucondición de revolucionario político-militar tanto en México como en la defensade la República Española. Desde esta posición, ostenta su antiimperialismo yexige pleno reconocimiento a la Revolución Cubana por el gobierno de México, ala par del respeto a los trabajadores en lucha. Vista así, la Revolución Cubanaes correlato de la mexicana. La suerte de ambas corre pareja, los límites delsocialismo en Cuba afectan los proyectos revolucionarios mexicanos y la culpade limitarlos al frente amplísimo respetuoso del Estado mexicano, es másresponsabilidad de los intelectuales mexicanos que desde entonces, 1960, yhasta ahora, repiten la misma cantinela de apoyo al candidato presidencialcorrupto en turno y a la par, declaran su apoyo a la Revolución cubana. Así, elapoyo permanece retórico en términos políticamente correctos para los estados,pero no para el socialismo. El "paradigma olvidado" permanece comotal.

Celebrar el 26 de julio como fecha del asalto al Cuartel Moncada conresultados trágicos para los revolucionarios que supieron convertir el revés envictoria, es importante en tiempos de guerra Imperial a punto de escalar elbloqueo comercial contra Cuba con una invasión militar. De aquí la inclusión dela importancia de Cuba en la exposición Arte y Prisión, efectos secundarios,con obra y documentos de Siqueiros y Jacobo Silva y Gloria Arenas, sentenciadosa 49 años y 6 meses de prisión por plantearse la liberación de México. Eltestimonio de Antonio del Conde, "El cuate" que compró el yate Granmapara los cubanos y un mexicano que viajaron en él para desembarcar y combatirhasta vencer, adquiere un sentido actual por la solidaridad de la izquierdadesde abajo urgida de crítica del socialismo para ver claro el presente delucha. Cuba en la memoria es mucho más que el título puesto por Julio Pliego asu película.

No hay comentarios: