sábado, 16 de junio de 2007

Se los dije

El aniversario del previsible accidente de Pasta de Conchos, la flagrancia del presidente de Colombia involucrado con paramilitares y la grave humorada del Subcomandante Marcos sobre el PRD con un “odio decir se los dije pero se los dije”, dan lugar a la dolida reflexión que sigue.

Unas semanas después del accidente anunciado en Pasta de Conchos, POR ESTO! publicó mi crónica denunciante de cómo operaba el Departamento de Seguridad e Higiene Industrial de la Secretaría del Trabajo de mediados de los setenta. Su responsable, el ingeniero Pedro Melo de la Torre, se encontró inutilizado ante un accidente terrible en una mina de Barroterán. Los inspectores a su cargo, aliviaban su magro salario con la aceptación de igualas a ciencia y paciencia de la Subsecretaría a cargo del licenciado Alanís Fuentes, hábil y simpático negociador de broncas laborales y otras molestas situaciones para los patrones. Tenía fama bien ganada de resistir encierros de día y noche donde el cansancio conducía a acuerdos entre sindicatos y patrones. Pues bien, el señor licenciado tenía ubicado un subdirector de Promociones Sociales con la misión única de recibir instrucciones sobre problemas que ameritaban intervención jurídica en un despacho-leonera en la Zona Rosa, con cantina bien surtida y recámara adjunta decorada con el mismo gusto del último piso en la antigua Secretaría del Trabajo en Río de la Loza y Vertiz, con bastante terciopelo y alfombras rojas, Venus de Milo y mesas rococós doradas, por si Fidel Velázquez requería de una reunión discreta con el secretario Rafael Hernández Ochoa o quien quisiera.

El accidente en Barroterán fue resuelto en menos de un mes. El agente de Alanís invitó a periodistas al despacho de la Zona Rosa y la justicia laboral pudo lucir su renovado maquillaje ostentoso. Con otros nombres y otros lugares la clave oculta permanece en las Comisiones Mixtas de Seguridad e Higiene Industrial con dominio patronal garantizado por los corruptos inspectores de la Secretaría del Trabajo cobijados por la vista gorda de sus jefes. De los setenta a ahora, han corrido torrentes de corrupción y sometimiento sindical hasta llegar a la presunción acallada de que Pasta de Conchos es un lugar más de prueba de las impunidades que no sólo afectan a las familias de los 65 mineros sepultados, sino prueban el poder de Minera México que despide e indemniza caprichosamente ante la complacencia de las autoridades de la Secretaría del Trabajo y ¡Previsión Social!, según reza el nombre completo de la institución al servicio de consorcios y empresas. Que el presidente Fox haya instruido al tardíamente probo gobernador de Coahuila para defenestrar y meter a la cárcel al heredero por mandato divino y herencia sanguínea de la Secretaría General del Sindicato Minero, sólo añade una perla más al collar de perversiones engarzadas para mejor lucimiento de la justicia laboral. Se los dije desde marzo de 2006.

Desde el primer gobierno de Alvaro Uribe en la sufrida Colombia, Narconews denunció con toda precisión las relaciones del candidato con la ultraderecha radical involucrada con el narcotráfico y las bandas paramilitares armadas hasta los dientes con equipos y recursos logísticos apoyados por la CIA y los Cuerpos de Paz con nombres cambiantes desde los setenta cuando fueron descubiertos en sus tropelías criminales contrainsurgentes en América Latina y Africa, en especial. El director de Narconews aprovechó y generó foros y seminarios para dar a conocer los intereses ocultos tras la máscara democrática de Alvaro Uribe. Nada impidió su reelección luego de sus desastrosos primeros cuatro años de gobierno, suficientes para beneficiar a los paramilitares con amnistías y entrega simbólica de armas. Desde que fue gobernador de Antioquia empezó su prestigió de colaborador del Cartel de Medellín y amigo del poderoso narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, según anotaba el Departamento de Defensa de Estados Unidos y sus filtraciones a News Week y al New York Times en 2004. En Santa Fe de Ralito en 2001, unos 40 políticos firmaron un pacto con paramilitares que explica los beneficios de los 9 mil enjuiciados por delitos de lesa humanidad que a lo más, significan ocho años como pena máxima. Ahora son diputados, senadores, diplomáticos, exministros, un exgobernador y un exalcalde, quienes acompañan a la guapa excanciller María Consuelo Araujo al fin renunciante a su cargo luego de tratar de justificar inútilmente los negocios de su padre, dos hermanos y un primo involucrados en secuestro y narcotráfico bajo la protección de la bandera ultraderechista de la mano firme y limpia, claro. Esto que llaman “seguridad democrática” explica la cordial relación entre Uribe y Felipe Calderón, con similares estrategias contrainsurgentes y nombramientos de los más duros represores en los puestos claves de la “seguridad nacional”, pero también en el compromiso de llevar adelante el Plan Puebla Panamá. El comandante Ivan Marques del Secretariado Nacional de las FARC-EP advierte que “la alternativa antifascista clama concreción en Colombia” y también en México, añade Voz Bolivariana en su número 16 de noviembre de 2006. Los delincuentes gobernantes represores del pueblo construyen alianzas continentales que exigen respuestas como las de Narconews y el Movimiento Mexicano de Solidaridad con las Luchas del Pueblo Colombiano.

Se los dije, podría cabecear por esto la noticia sobre la disputada candidatura de Ana Rosa Payán. Ahora queda clara la voracidad de la exalcaldesa de ultraderecha, cobijada ahora por partidos oportunistas más pendientes de los financiamientos compañeros de la candidatura que de los principios. En conclusión: o el periodismo sirve para prever y actuar por la independencia y soberanía de los pueblos o es un recurso de distracción ocultadora de los grandes problemas que exigen solución popular de raíz.

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