miércoles, 4 de abril de 2007

La APPO y la crítica histórica

1. En el nombre APPO está en potencia un proyecto nacional. Son los pueblos de Oaxaca los organizados en asamblea popular, esto es, con amplitud que los articula con instituciones sociales variadas y como naciones variadas para una federación nacional distinta y opuesta a la nación destruida por el Estado capitalista. De aquí la dialéctica entre el pueblo, esa masa amorfa de trabajadores, empleados con patrones diversos, desempleados, campesinos con y sin tierra, clasemedieros empobrecidos, en fin, explotados de índole diversa. Históricamente tramposa, la burguesía dotó al pueblo de soberanía sustituta a la de los reyes, a partir de la Revolución Francesa de 1789. Pero ha tenido buen cuidado de precisar en todas las constituciones burguesas, la soberanía depositada o emanada del pueblo, pero concretada en representaciones y leyes, de modo de garantizar el poder clasista del estado donde las representaciones han terminado por no serlo hasta volverse contra el pueblo. La insistencia en el cuento del estado de derecho y la condena de representaciones populares reales, es una constante que la APPO ha denunciado en la práctica con singular fortaleza.

2. La imagen de la soberanía emanada del pueblo es elocuente. Parece que emana como perfume o hedor, de manera natural. No es así. La soberanía exige, sobre todo ahora frente a la globalización capitalista devastadora, una defensa y afirmación imposible de lograr en el estado empeñado en la anulación de todos los derechos históricos conseguidos a sangre y fuego. Que lo digan los pueblos oaxaqueños sin derechos a la tierra y sus frutos, con trabajo, salud, vivienda y educación en situación desastrosa, con una relación con el ambiente sometida a los grandes consorcios turísticos y alimentarios para controlar el agua, los minerales, los bosques, las selvas, el viento productor de energía eléctrica, tal como ocurre con el Plan Puebla Panamá en marcha. Hay que ver la ponencia del profesor Samuel Hernández Morales con sus precisiones sobre todo lo que expropia el Plan Puebla Panamá. Contra esta devastación, propia de la fase actual del capitalista, más que el pueblo, es necesario el pueblo en lucha, lucha organizada a partir de la Asamblea Popular.

3. Los pueblos son las etnias, son naciones tradicionales en resistencia contra el estado-nación burgués. Etnias llaman los colonialistas a los grupos indígenas a quienes tratan como débiles mentales. Es, por ejemplo, el pueblo mixteco desinteresado de las fronteras entre Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Veracruz para llegar hasta Oaxacalifornia y Ciudad Nezahualcóyotl. No es el único pueblo con esta característica de unidad cultural, lingüística con sus variantes locales y sus tradiciones vivas, tanto, que hace unos tres meses hubo un torneo de pelota mixteca en Los Angeles California. La tradición une, el costumbre reúne, dice Radio Huayacocotla de Veracruz.
La disputa de la Guelaguetza es un triunfo de la APPO porqué vivificó una tradición reducida a la compraventa turística VTP con todas las adulteraciones características del lugar previsto para goce de los turistas ricos dispuestos a creer que el maquillaje excesivo de las bailadoras con sus vestidos tan nuevos como los de sus parejas, son propios de una fiesta campesina. La otra Guelaguetza de la APPO, rescató el sentido de la ofrenda, del don de los frutos de la tierra compartidos que no se compran ni se venden, se aman y se defienden, como dicen los de Atenco. Los pueblos rompen así con el negocio capitalista y descubren a las comunidades una solidaridad histórica impedida por los enfrentamientos propios de la acumulación capitalista. Esos de los deslindes de tierra que enfrentan comunidades entre sí, de los derechos a su explotación controlados por los caciques priístas protegidos por los gobiernos desde tiempos de la Conquista. Los pueblos en Asamblea Popular, construyen los derechos ciudadanos que no son sólo de los individuos ni están sujetos a una credencial de elector y a una edad decidida por las falsas representaciones del Estado. Se trata de mantener en alto el derecho de los pueblos o naciones a ser dueños de su propia historia, su propia tierra con sus frutos, en una Asamblea Popular de autonomías en construcción constante.

4. El sentido comunero es más que el sentido comunitario. El comunitario es limitado, sometido al asistencialismo del estado, las ONG´s y las Iglesias. El comunero arraiga en una tradición que en México cuenta con la Comuna de Morelos guiada por el Plan de Ayala y con las Juntas de Buen Gobierno y Los Caracoles chiapanecos. También con las historias de la Unión de Comuneros Emiliano Zapata en Michoacán, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de la COCEI que acabó mal en el Istmo, de la Unión Popular de Tlaxiaco que creció en los setenta hasta ser Unión Popular Mixteca con todo y el actual abogado experto en autonomías Francisco López Barcenas, que en aquel entonces era un humilde profesor expulsado de Huajuapan que hacía corridos para testimoniar las tomas de tierras y trabajaba con el MULT entre asesinatos de dirigentes tan distinguidos como Luis Flores. Hay una historia que puede explicar porque en Oaxaca crece la APPO. La tenemos que conocer, aprender de ella para transformar al mundo.
Las comisiones decididas, los grupos integrados en la Asamblea como el de Mujeres 1º de Agosto, son obligación honorífica sin paga y sin privilegio. De todo esto nace y crece la cultura comunera de la solidaridad, de saberse dirigentes todos sin caudillos, de juntarse para ver claro entre todos, tal como soñó José Revueltas con los que llama democracia cognoscitiva, donde todo se entiende porque todos explican hasta hacer de la militancia una necesidad social profunda y casi invencible. Casi porque tiene que prever, construir sus propios espacios y tiempos con instituciones de ejercicio de la autonomía. Aquí es donde la crítica histórica y dialéctica es necesaria. Sin ella, todo es opinadero sin ton ni son, urgencia, improvisación, ocurrencia.

5. Los profesores cargamos con una especie de falsa culpa por dedicarnos a un trabajo no manual, no industrial, no campesino. Parecería que por esto y para dejarnos de mariconerías intelectuales, tenemos que probarnos en la práctica y entrarle a los catorrazos. Esta bien esto, Leonel Rugama, un joven poeta sandinista veinteañero, caído en combate, dice que hay que probar que “los intelectuales también socan”. Pero cuando urge ver claro ante las trampas de los diálogos y negociaciones y cuando la represión arrecia y lo urgente impide mirar adelante, la critica histórica-dialéctica es un recurso práctico de alto poder. De aquí la urgencia de documentar y testimoniar el movimiento propio, de ubicarlo históricamente, de medir al enemigo conociéndolo con la crítica al poder del Estado que no podemos hacer como si no existiera porque ahí está con sus uniformes, sus armas, sus elegantes centros de reunión, sus partidos políticos siempre electoreros, sus escuadrones de la muerte, sus periódicos y revistas, sus cadenas de radio televisión que bien merecen ese nombre porque, en efecto, encadenan a la verdad. Radio Universidad, como antes las radiodifusoras tomadas por la APPO, prueban como es posible la comunicación de ida y vuelta, distinta a los monólogos de los noticieros desinformadores y las mesas redondas de falsos expertos. El pueblo intuye todo esto al acudir al plantón de la huelga de hambre en el Hemiciclo a Juárez del D.F. donde todo el tiempo puede escucharse Radio Universidad para aclamar cada información, cada saludos nacional e internacionalista. Los enlaces con Europa, Canadá y Sudamérica, prueban la dimensión internacionalista, la urgencia de coordinar todas las luchas en todos sus frentes contra el capitalismo globalizado. De aquí el pequeño e importante cuarto que alberga la radio de los profesores junto a su sala de juntas. Y de aquí también Radio Ciudadana, la voz de la calumnia y el insulto patrocinados por URO, en cumplimiento de las consignas contrainsurgentes de envenenar el agua al pez y arrebatar banderas.
La dimensión histórica está planteada: Juárez al fin ha recibido el homenaje en el bicentenario de su nacimiento, con la ocupación del Hemiciclo a su memoria con la Huelga de Hambre colectiva y con los carteles y plantillas donde aparece con su gorra guerrillera para concretar lo que representa: la Patria defendida a sangre y fuego, en caravana constante dictando leyes contra los enemigos históricos y con el apoyo de combatientes que a la par escribieron poesía, novelas, obras de teatro, tratados de economía política y cuando fue necesario, estuvieron en la primera línea de fuego con todos los riesgos del deber cumplido.

6. Pero de la Reforma Juarista, el Estado-nación resultó fortalecido hasta convertirse en dictadura, dar lugar a una revolución con su millón de campesinos caídos en combate, para que ahora resulte un Estado que ha reducido las naciones al control tiránico del gran capital en esta fase histórica donde la soberanía reside en realidad, en el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio, subordinados al guerrerismo del estado yanqui, cuyo senado aprobó recientemente la propuesta presidencial de Bush de legalizar el secuestro, la tortura, la desaparición en prisiones sin más ley que la decidida por quienes descalifican a los pueblos en lucha al decirles terroristas, enemigos de la democracia, ignorantes, tercos y mugrosos. Hay que recordar la propuesta de los árabes norteamericanos cuando la película historieta Aladin representó al mal como árabe malencarado, con el torso desnudo y un alfanje amenazante en la mano. Vean las caricaturas de la prensa mal llamada nacional y admiren la infamia con la que representan a la Sección 22 y a la APPO. Los pueblos han respondido históricamente haciendo del Diablo y el Mal sus protectores festivos y con esto denunciar la hipocresía de los que se dicen el Bien. De aquí las mentadas de madre y las elocuentes palabras altisonantes altisonantes como reivindicación del habla popular. El enemigo, en cambio, educa a sus hijos en la admiración de la traidora Pocahontas o la veneración de los niños zapotecas de Cajonos, servidores del invasor con altar especial en el templo del Centro de Oaxaca. Nosotros, en cambio, tenemos que tomar en serio el lema del maestro luchando también está enseñando. En esto nos va nuestra reproducción social. Tenemos que enseñar a nuestros niños a luchar y a defenderse, así como hacen los conductores de las marchas que micrófono en manos pequeñas y con su vocecita, dicen las consignas que levantan ánimos combativos. Son como Luis Alfonso Velázquez, aquel famoso niño sandinista que sólo calló cuando la guardia dictatorial le pegó de balazos y le pasó por encima un transporte militar. Pero en esta lucha por la ciudadanía sin credencial oficial ni edad para ganarla, la educación y la salud exigen organización. La salud a la manera de la Comuna de París de 1871 que la propuso en sentido amplio como bienestar pleno y no sólo como lo contrario a la enfermedad. Tendría que haber, por ejemplo, una brigada o comisión con los trabajadores solidarios de la salud, con el nombre del compañero enfermero asesinado José A. López Bernal. Hacer presentes a nuestros muertos es una línea educativa profundamente organizadora mediante el tequio, ese trabajo liberado del mercado. No hay nada más trágico que la muerte inútil.

7. Francisco Toledo da ejemplo de firmeza solidaria en los límites de su propia autonomía. Acepta participar, abandona la encerrona en Gobernación con politiqueros y empresarios corruptos, ofrece las instalaciones del IAGO, defiende el patrimonio cultural, firma denuncias de desaparecidos a sabiendas de su secuestro y encarcelamiento con maltrato y sin juicio. Con menos recursos, el pintor Edmundo Aquino se ha sumado a la protesta. Hay muchos más así, pero sin capacidad de ir más allá de la firma de denuncias. Hay tan valientes como Julieta Egurrola quien interrumpió la entrega de los premios nacionales de ciencias y artes, para entregarle a Fox la lista de desaparecidos y asesinados en Oaxaca, los presos y las violadas de Atenco, Mujeres sin miedo se autodenominan Ofelia Medina, Begoña Lecumberri, Carmen Huete, Francesca Guillén. Invitarlos, apoyarse en ellos, organizarles foros, exposiciones, cine-debates, conciertos, es parte de una línea estratégica de construcción y ampliación de la solidaridad. El maestro luchando ya probó su capacidad de vitalización del patrimonio nacional con la Guelaguetza, igual podría trabajarse sin grandes presupuestos y con el tequio que anticipa la liberación del trabajo enajenado, la apropiación del patrimonio tangible y también no tangible, ese reconocido por la UNESCO como fiesta, duelo, historia oral, canto, rezo, artesanía, propio de los pueblos, tesoro cultural de las comunidades a las que hay que informar del valor de sus tradiciones en este proceso de integración de pueblos hasta alcanzar la dimensión nacional. Con el IAGO y con la Sección 22, un Centro de Documentación de las Luchas Populares puede organizarse para impulsar la investigación, la difusión, las exposiciones para ser visitadas por los profesores y los estudiantes como un principio de articulación con programas de historias de nuestras luchas, nuestros héroes, nuestros mártires. Sigamos el ejemplo del proyecto de Universidad que ya se plantean las comisiones de educación y salud en las Juntas de Buen Gobierno de Chiapas, de la Universidad de la tierra y del Centro Imanuel Wallerstein de las organizaciones solidarias con el EZLN, de las cátedras libres que en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM enseñan marxismo y dan cuenta de los procesos revolucionarios. Al finalizar noviembre será el Sexto Encuentro de Economía Solidaria en San Cristóbal de las Casas organizado por DESMI. Habría que ir porqué de la buena organización de proyectos productivos depende la superación de la fase dominantemente contestataria. Las heroicas barricadas, síntesis de la organización combativa como ocurrió en la Comuna de París y en la insurrección sandinista de fines de los setenta, han de ser la semilla de algo mejor que el diario Barricada del Frente Sandinista de Liberación Nacional antes de podrirse. La autonomía universitaria es un tesoro que puede enriquecer la APPO contando con la contribución de los universitarios y de su Rector del lado del pueblo. La UNESCO promueve el reconocimiento de los Tesoros Vivientes, como el doctor Felipe Martínez Soriano y su compañera Josefina, digna abanderada de la esforzada caravana que llegó hasta el Senado de la República.

8. Desde las comunidades a los pueblos o naciones, la APPO es proyecto nacional con potencial internacionalista. Su dirección autodenominada provisional hasta antes del Congreso Constitutivo de la APOO de noviembre de 2006, tiene en la Asamblea de Delegados una representación social como no tienen los diputados, los senadores, los gobiernos ni los partidos políticos probadamente movilizados sólo para defender sus privilegios. Estamos viviendo un gran experimento histórico sin partidos políticos de por medio, aunque con militantes que tienen que probar sus capacidades a la par de organizaciones no partidarias. De aquí, la política de alianzas y la construcción de un programa para ahora cuando empieza el largo plazo para el tránsito al socialismo, única meta histórica radicalmente anticapitalista. Estamos probando en Bolivia, Cuba, Venezuela y Oaxaca, que el socialismo es un tránsito de extinción del Estado opresor, no una decisión voluntarista ni un dictamen desde arriba para descalificar todo lo ajeno al proletariado inexistente en tiempos degradantes del trabajo y los trabajadores hasta hacer de los sindicatos, negociadores de recortes y despidos y en el mejor de los casos, defensores de la soberanía energética del Estado con un antiimperialismo insuficiente en la globalización en su fase devastadora. Las limitaciones capitalistas de los gobiernos de Bolivia y Venezuela, son las impuestas por las dificultades de romper con la soberanía como exclusiva del Estado a pesar de que en Argentina, Ecuador y Bolivia han caído presidentes por el ejercicio de la soberanía de los pueblos y en especial, de los trabajadores, en ese orden. Pero los trabajadores argentinos que tomaron fábricas y organizaron cooperativas no han podido coordinar un proyecto productivo y comercial de las alrededor de 300 empresas recuperadas. En realidad, el proletariado nunca estuvo ahí en espera de dirigentes, siempre ha sido necesario construirlo y ahí está el problema de articulación con los trabajadores del campo y la ciudad empobrecidos hasta la desesperación. Zapata saludó la Revolución Rusa con un llamado al encuentro entre campesinos y obreros y Ricardo Flores Magón llamó a su Partido Liberal Mexicano para hacer de la tradición liberal antiimperialista un proyecto de independencia nacional plena que no puede conseguirse sino con el poder de los trabajadores del campo y la ciudad.
Antonio Negri, filósofo, organizador de autonomías obreras y preso político en Italia, ha sido estudiado por el Taller de Construcción del Socialismo por plantear el escándalo de la inexistencia actual del proletariado propia de la era de la toyotización globalizada y del pensamiento único. De modo que a los proletaristas de manual habrá que plantearles a la APPO como constructora de un sujeto histórico y social con dimensión nacional e internacionalista, que incluye a los pueblos campesinos y a los trabajadores no industriales, a los desempleados, a los migrantes, pero puede incluir a los trabajadores productores de la energía eléctrica, del petróleo, de la minería, en fin, de los procesos productivos bajo control trasnacional, charro y gubernamental por ahora. Suponer que la defensa energética, por ejemplo, es una defensa del Estado soberano, es ignorar la corrupción del Sindicato petrolero y de PEMEX, sólo superable por la construcción de la autonomía de los trabajadores que, por lo visto y como lo previó Lenin tiene que llegarles de fuera.

9. Quienes somos universitarios tenemos que ejercer la crítica histórica y dialéctica con los recursos intelectuales necesarios. Contra el voluntarismo que reduce todo a buenos contra malos, pese a los avatares del diálogo y negociación con el Estado, es necesaria la dialéctica para evitar tanto la fetichización del Estado como hacen sus funcionarios, como la fetichización del poder popular en formación que nada tiene de omnipotente. Esta dialéctica tiene su historia, sus determinaciones, sus dominios, que se van concretando en esta guerra de posiciones y movimientos que Antonio Gramsci previera como característica de los bloques históricos en transformación y disputa.


Noviembre de 2006.


Taller de Construcción del Socialismo

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