El terrorismo de estado en Oaxaca se vale de bandas con licencias para matar. Las balaceras con uno de sus recursos de intimidación . Constantemente amenazan, queman transportes públicos, incendian automóviles y hostigan a los grupos de seguridad de los campamentos. El operativo más completo a su cargo fue el incendio de un autobús en la entrada de Radio Universidad, mientras un comando rompía puertas y arrojaba ácido a la consola de transición para impedir la comunicación pública.
Desde los primeros días de agosto y con evidentes apoyos empresariales, la página www.oaxacaenpaz.org.mx informa los nombres y domicilios de algunos dirigentes de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca con el señalamiento en rojo de los asesinados como invitación a hacer lo mismo con los que permanecen en la lucha.
Las golpizas y las amenazas, los asesinatos y las balaceras, acompañan la protección al gobernador corrupto Ulises Ruíz por los grupos empresariales, por los diputados y senadores priístas y por la Presidencia de la República. Pero como no hay dirigencia personalizada sino un movimiento que crece, ahora con la incorporación de los trabajadores de la salud, la APPO crece y se fortalece.
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