martes, 22 de mayo de 2007

Negociación sin diálogo


Era de esperarse un diálogo y negociación desmovilizador y en extremo represivo. El colmo es la captura de los hermanos Sosa Villavicencio y otros compañeros cuando salían de CENCOS donde habían informado de las negociaciones con Gobernación. Igual estuvo el apañón del vocero Florentino López y dos compañeros más para darles una paseadita, aterrorizarlos en instalaciones militares y soltarlos para ver si sostenían públicamente el desprecio por la traición esperada de Enrique Rueda Pacheco, Secretario General de la Sección 22, autoproclamado gestor de la liberación de los presos de Nayarit.

Pesa todo esto para la orden de retirada de algunas de las organizaciones guiadas por la orientación de salvar los restos en encuentros oscuros con gestores perversos de los partidos políticos, las Cámaras, el gobierno espurio de Oaxaca y los cabecillas como el impune José Murat y el operador Diódoro Carrasco. Cuando mucho, se insinúa, queda la atención a los observadores internacionales de la Unión Europea y a las organizaciones de defensa de los derechos humanos, sobre todo los que acreditan persecuciones y ordenes de aprehensión a sus dirigentes como la LIMEDDH, Yaxkin y el Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, todo acompañado por cantos, poemas, danzas y pinturas de artistas solidarios. No hay más, ganó Ulises Ruiz.
Parece confirmado así el poder contrainsurgente del Estado mexicano. No en balde tiene ya licencia de salida Felipe Calderón para asistir a la toma de posesión de Daniel Ortega en Nicaragua y a la celebración del aniversario XV de los Acuerdos de Chapultepec que liquidaron la Revolución Popular Salvadoreña. La tradición contrarevolucionaria adquiere con estos actos una dimensión triunfadora seguramente confirmada con la negociación que acabó también con la Revolución Popular en Guatemala.

Todo esto dio a Carlos Salinas calidad de estadista porque a la par de sus negocios sucios y la represión administrada contra el EZLN a partir de 1994, logró no sólo un gobierno reconocido y apoyado plenamente por la Casa Blanca, sino una entente con los gobiernos progresistas de América. Cuba cuidó la relación con México al comprender el alto costo del aislamiento que podía derivar en algo más que su apoyo entonces y ahora al negociantismo corrupto y a plenitud de Daniel Ortega y sus incondicionales del desvirtuado FSLN. A cambio de unas cuantas alcaldías, la de San Salvador entre otras para parecerse al PRD controlador del Distrito Federal, el FMLN ha encontrado en la vía electoral un recuso histórico de conversión contrarevolucionaria, al igual que lo ha hecho la tendencia del pederasta Ortega en Nicaragua. A nombre del pasado, los olvidadizos medios proclaman el triunfo de la izquierda en Nicaragua y ahí está Calderón para legitimarlo, mientras el dirigente del PAN, Manuel Espino, actúa en la sombra como presidente de la Democracia Cristiana en América Latina.

Los cientos de excombatientes mexicanos que estuvimos con el FMSLN y el FMLN, en especial las FPL del Salvador, supimos que todo iba mal a raíz del condicionamiento de nuestras presencias en Nicaragua a registrarnos como nicas para evitar inculpaciones de intervencionismo exótico y a renunciar a toda referencia al marxismo para sustituirlo con un vago sandinismo antiimperialista pero no tanto como para no coquetear con la contrarrevolución a nombre de la sensatez posterior al derrumbe de la URSS.

Regresamos, sufrimos y aún nos duele el asesinato de la Comandante Ana María, cabeza del negociantismo salvadoreño y la inculpación del inmaculado Comandante Marcial finalmente suicidado en Managua cuando había sido apresado sin juicio con todo y escolta en 1983. No dejó de dolernos la foto de 1992 donde el excomandante del EPR, la segunda fuerza político militar de El Salvador, entregó su fusil de combate al presidente Carlos Salinas poco antes de firmar en Chapultepec. La instrumentación simbólica organizó el ingreso del arma de alto poder a México y la ceremonia casual en Los Pinos. Meses después veríamos asqueados las declaraciones del becario Joaquín Villalobos desde Oxford en Gran Bretaña, en elegante residencia y en proceso de doctorado en economía, de modo que cuando supimos su buen talante de asesor contrainsurgente contra el EZLN y las FARC colombianas, confirmamos la profunda corrupción de quien participó en la injustísima ejecución de Roque Daltón, el intolerable revolucionario internacionalista acusado y acosado por la banda de mediocres del EPR y del FMLN, menos las FPL del Comandante Marcial.

Va Calderón a Nicaragua y El Salvador cuando la APPO parece debilitada y en proceso de extinción. Una trayectoria histórica de sobornos, chantajes y corruptelas de todo tipo, parece invencible. El libro de Tomás Borge sobre Salinas queda como alabanza muy bien pagada al fundador del FSLN para probar que tenía razón el general Obregón con aquello de la resistencia vencida por los cañonazos de dinero. Lo único bueno en sentido no laudatorio de Salinas de Gortari, es el título de Los dilemas de la modernidad, porque este es el punto clave: el de la modernidad capitalista que jamás cumplió la consigna de 1789 de libertad, igualdad y fraternidad, sino todo lo contrario.

Negri y Cocco lo tratan en su libro GlobAL como presencia constante del desarrollismo que promete y nada cumple. Ya nunca llegó el desarrollo y si en cambio, México es el país más desigual del mundo con tres o cuatro multimillonarios Forbes y no menos de 50 millones de pobres sin esperanza más que en teletones caritativos desafanadores de las responsabilidades sociales del Estado, feroz exterminador de los derechos de los trabajadores y la planta productiva nacional. Creer a estas alturas en el desarrollo sobre estas bases, sólo pueden hacerlo diputados y senadores ante las tropelías de los agentes del FMI, el Banco Mundial, la OMC y los grandes consorcios insertados en el gobierno como etapa de un régimen neoliberal altamente represivo que ha definido al Estado sin remedio democrático electoral y parlamentario.

De aquí la importancia de la APPO, la que ha sabido organizar un Consejo de 241 miembros de manera de evitar caudillismos sólo existentes en los medios que difunden las ilusorias soluciones autoritarias. El poder de la Asamblea Popular Soberana es un gran experimento político no partidario en marcha. En enero habrá un Congreso que probará la fortaleza propositiva de la APPO diariamente consolidada en las acciones comunitarias en todo Oaxaca y en la Asamblea Popular de los Pueblos de México incluyente de importantes asambleas estatales en proceso de construcción.

La bronca de los derechos humanos violentados por el gobierno local y federal, la impunidad de los gobiernos de Murat y Ruiz que vieron complacidos el incendio de sus expedientes criminales a raíz del 25 de noviembre y la inclinación traidora de los negociadores oficiosos, son pura apariencia. También la espuma es señal de la corriente profunda, dice Lenin. A esta hay que recurrir para no perdernos y aprender de la historia no sin dejar de lamentar la ausencia de solidaridad nica y salvadoreña con el movimiento popular en México. Mejor de Costa Rica ha llegado la solidaridad de los profesores organizados. Así es esto, cumplimos nuestros deberes internacionalistas sin esperar nada en reciprocidad, pero duele la muerte inútil de tantos combatientes mexicanos en las tierras de Sandino y Farabundo Martí que encontraron en México la base de apoyo de sus acciones libertarias. Nosotros no contamos con los pueblos nica y salvadoreño, peor para ellos que ya naufragaron en el perdón y el olvido. Quizá alguna cartulina intencionada y algún grito más o menos solitario, inquieten a Calderón con su poder espurio.

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